La destrucción de los hábitats, la sobreexplotación de los recursos naturales, el aumento de las especies invasoras, el temible calentamiento global, la mala calidad de las aguas o la contaminación ambiental son algunas de las principales amenazas contra los indefensos animales. Los ecosistemas están perdiendo equilibrio, actualmente nos encontramos en una extinción masiva de especies, una gran amenaza contra la biodiversidad. Todo parece afectar negativamente a los animales que corren un serio peligro de extinción.
Pero nosotros como consumidores podemos modificar nuestros hábitos diarios para salvar el futuro de la variedad de seres vivos que pueblan el planeta, incluida la especie humana. Las medidas para proteger el medio ambiente no sólo están en manos de los gobiernos, sino también de cada uno de nosotros. La concienciación es fundamental para entender la problemática. Como ciudadanos del mundo, la biodiversidad puede parecer algo que escapa de nuestro control. Sin embargo, el aire que respiramos, el agua y la comida que ingerimos diariamente no serían posibles sin la variedad y abundancia de especies. Cuidar la biodiversidad permite que las especies sobrevivan, pero además es importante para garantizar que los seres humanos tengamos un futuro sobre el planeta.
Nadie sin la ayuda de su entorno puede cambiar las cosas. Son la suma de pequeños esfuerzos a escala global puede tener un efecto importante para solucionar los problemas que se nos avecinan. Podemos empezar por hacer un consumo racional de los productos y solicitar el origen sostenible de los productos o las especies que se van a comprar. Siempre es mejor comer productos frescos, de temporada y producidos local mente que los alimentos transportados, empaquetados y congelados.
Ante el cambio climático, los consumidores pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al desplazarse en bicicleta, a pie u optar por ir en transporte público. En caso de necesitar el coche, se puede compartir con otras personas y conducir de forma eficiente. En casa el objetivo es reducir el consumo energético tanto para ahorrar dinero como proteger el entorno natural. Potenciar el uso de sistemas de energías renovables, la utilización de bombillas de bajo consumo, no abusar del aire acondicionado o de la climatización, comprar electrodomésticos con etiqueta de eficiencia energética y apagar cualquier sistema eléctrico que no se utilice.
El agua es otro recurso escaso y que no valoramos suficiente, pues afecta de forma directa a la conservación de la biodiversidad. Los consumidores deben utilizarlo de forma responsable: una ducha gasta menos agua que un baño, mejorar el aprovechamiento del agua de lluvia. No regar el césped del jardín cuando no es necesario y reducir el uso de herbicidas y plaguicidas.
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